Intervención psicológica con EMDR
En la vida, a veces enfrentamos experiencias traumáticas que pueden dejar secuelas significativas en nuestro bienestar psicológico. El trauma se refiere a la profunda impresión emocional causada por eventos negativos que dejan una huella duradera en el subconsciente de una persona, que a menudo resulta difícil de superar. Estas experiencias traumáticas pueden dar lugar al desarrollo de trastornos como el Trastorno por Estrés Postraumático (TEPT).
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Además del TEPT, la terapia de EMDR también es efectiva para abordar el trauma relacional complejo. Este tipo de trauma se origina en relaciones interpersonales cercanas y puede ocurrir cuando una persona se encuentra en entornos traumatizantes durante un largo período o en diversos momentos a lo largo de su vida.
EMDR es una técnica integral que trabaja en los niveles cognitivo, emocional y sensorial. La utilizo ante acontecimientos vitales que desbordan las posibilidades de entender y asimilar cognitiva y emocionalmente esa experiencia, pudiendo alterar la percepción de sí mismo, de la afectividad y del mundo.
Se basa en la estimulación bilateral del cerebro y tiene como objetivo acceder a los recuerdos clave que permiten la conexión entre la conciencia y el lugar donde se almacenó la información de manera disfuncional. Esto facilita que el cerebro procese adecuadamente la experiencia traumática y la reintegre en redes de memoria más amplias y adaptativas. El resultado es una reorganización del recuerdo que nos permite avanzar y eliminar el malestar que dicho recuerdo generaba.
Además de su aplicación en traumas, adaptamos esta técnica para abordar recursos de relajación, trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), duelo, idealización-dependencia emocional, conductas impulsivas y dolor crónico.